..Ciudades..

Cafarnaún:





-Donde estableció su residencia Jesús.


-Estaba antiguamente en Galilea.


- Hoy Israel, a orillas del mar de Galilea, también llamado lago Tiberiades o Kineret.


-uno de los lugares elegidos por Jesús de Nazaret para trasmitir su mensaje y realizar algunos de sus milagros.


-Se encuentra a 2,5 km de Tabgha y a 15 km de la ciudad de Tiberías.








Nazaret:





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-Ciudad de Asia Occidental, situada en el Próximo Oriente en Israel. Está situada en el Distrito Norte de Israel, al sur de la región de Galilea, en las estribaciones meridionales de los Montes del Líbano, a 10 km al norte del Monte Tabor y a 23 km al oeste del mar de Galilea.





-Aqui nació y se crió.





Betsaida:





-es el nombre de dos lugares en Israel.


-Allí Jesús curó a un ciego.








Jerusalén:





-Abarca desde la entrada triunfal-hasta la muerte en la cruz.





-Es la capital de Israel.





-Jerusalén es una ciudad de Asia occidental, situada en Oriente Próximo.





- Se situa entre el M.Mediterráneo y el M.Muerto.





- Hab: 600.000





Tiro:





-una ciudad situada al sur del Líbano, a 21 km de Israel. Se llama hoy Sur.





- Con 117.100 habitantes, Tiro se encuentra en la costa oriental del mar Mediterráneo, unos 37 km al norte de Acre, y 32 km al sur de Sidón.





Cesarea de Filipo:





-Allí ordenó a Pedro enseñar a los seguidores de Jesús.


-En Damasco.





Betania:





-Aldea en la falda oriental del Monte de los Olivos, a unos 2,5 km al este de Jerusalén, en el camino de Jerusalén a Jericó.





-Cerca de donde se produjo la ascensión.





-Ahí Jesús fue ungido por María.





-Lugar al este del río Jordán.






Genesaret:

- En Israel.

-cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron.

-Apenas desembarcaron, le reconocieron enseguida, recorrieron toda aquella región y

comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. Y dondequiera que

entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que

tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.